Cuando llegan las vacaciones o los puentes, los desplazamientos de vehículos tanto por autopistas como por carreteras secundarias se multiplican. Este aumento exponencial del tráfico conlleva toda una serie de riesgos a los que tendrás que hacer frente, como es el caso de la somnolencia, el exceso de equipaje, la conducción insegura por carreteras desconocidas para el usuario al volante, los acompañantes que distraen, conducir con el móvil, etcétera.
Todos los años, la Dirección General de Tráfico (DGT) prevé alrededor de 100 millones de desplazamientos congregados durante los dos meses de julio y agosto. Esto se debe a que, con más asiduidad, los días de descanso se fragmentan, sin que se den las cuatro semanas seguidas de vacaciones, por lo que el volumen de tráfico se mantiene a lo largo de todo el verano, especialmente durante los fines de semana, que es que cuando se suelen iniciar las conocidas como operaciones salida y operaciones retorno.
Derechos del conductor
La Ley de Tráfico y Seguridad Vial impone ciertas obligaciones a los conductores de vehículos que, como usuarios de una vía, pueden evitar daños tanto propios como ajenos, así como cuidar de no poner en el peligro ni a él mismo, ni al resto de pasajeros de su vehículo o los otros usuarios de la vía. De la misma manera, éstos también cuentan con derechos básicos que les protegen en caso de accidente, por ejemplo.
Por supuesto, los conductores tienen la obligación de conocer las normas de circulación y, por tanto, también deberán respetarlas. En el caso de que el vehículo sea parado para realizarle al conductor un control de alcoholemia, tendrán la obligación de hacérselo, pero también el derecho de solicitar un análisis de sangre o presentar las alegaciones que consideren adecuadas si el control da un resultado positivo.
Además, uno de los derechos más importantes de los conductores son los que hacen mención a los lesionados que se hayan visto envueltos en un accidente de tráfico, que corresponden, como es lógico, a una asistencia médica, bien sea ésta a través de la compañía o en centro privados que estén adscritos al Convenio UNESPA. El lesionado, sea el conductor o no, también tendrá derecho a realizar las reclamaciones que sean pertinentes por los daños y perjuicios que se hayan causado a su persona o sus bienes. Muy pocos conductores conocen que, de ser ellos los responsables del accidente, podrán reclamar a su propio seguro, que deberá hacerse cargo de la indemnización. Por otro lado, el lesionado podrá introducir sus datos y los del accidente que causó los daños en calculadoras de accidentes de tráfico, de manera que pueda realizar el cálculo de indemnización por accidente que le corresponderá.
Obligaciones de los conductores
La primera de las obligaciones del conductor que más problemas pueden acarrear a la hora de viajar en vacaciones es vigilar que el resto de ocupantes de su vehículo están adoptando las medidas de seguridad obligatorias durante cualquier tipo de desplazamiento, como es el caso de que todos deben hacer uso del cinturón de seguridad (pese a que la responsabilidad última en este caso recae en los ocupantes) y hacer que ocupen el espacio debido en el habitáculo.
El conductor también es responsable de la colación de carga, tratando de que ésta vaya siempre debidamente protegida, sin que pueda suponer un peligro para nadie y cuidado especialmente que no le impida la visibilidad de la vía, que podría poner en riesgo su integridad y la del resto de usuarios. Sucede lo mismo con el transporte de animales, que deberá hacerse con ciertas garantías de seguridad y estando éstos perfectamente asegurados en el interior del vehículo, lo que implica que no podrán ir sueltos.
Si la carga se transporta en el exterior del coche, se deberá cumplir con la normativa vigente en cuanto a su disposición y señalización, sin que sobrepase las dimensiones totales del vehículo que la transporta, ni mucho menos que pueda impedir la correcta visualización de la matrícula.